En mi vida he escuchado muchas frases, unas positivas, otras negativas y algunas más que de plano me chocan, ¿la razón? Sencillamente pienso que rompen con todo esquema social y que son repetidas en innumerables ocasiones con el fin de defenderse ilógicamente o deslindarse de responsabilidades. Por ello, hoy escribo sobre ellas explicando, desde la visión de un consultor en imagen, los motivos por los cuáles no las debes utilizar.
– Si ya saben como soy, ¿para qué me invitan? Sin duda es un clásico. Siempre hay alguien en la fiesta o en alguna reunión que está haciendo un gran desfiguro y que al pedirle que se calme dice esta frase. No es que esté mal, porque efectivamente debieron pensar antes de llevarlo.
Los seres humanos formamos parte de una sociedad y la sociedad tiene normas que deben ser cumplidas para evitar conflictos. Es decir, sin dejar de ser nosotros debemos tener la habilidad de comportarnos según el lugar y la circunstancia. Si todos lo hacemos, ¿por qué él no?
– ¡Soy responsable de lo que digo, no de lo que interpretes! Mucho cuidado con esta frase. Podría ser que en alguna ocasión sea justo utilizarla porque te sacaron de contexto, pero no la debemos usar como una ley de vida, ¿por qué? Debido a que la premisa prácticamente rompe con toda norma de comunicación del ser humano.
En el proceso de comunicación interfiere un transmisor (emisor), un destinatario (receptor), y un mensaje por medio del lenguaje (verbal y no verbal). Esto quiere decir que si nosotros hablamos para decir algo debería ser con el fin de que el otro nos entienda, ¿si no para qué?
¿Cuántos problemas en esta vida se han solucionado cuando se sientan a platicar con alguien? ¡Demasiados! Y eso sólo es porque ambos tienen como objetivo comprender sus necesidades.
Desentenderse de lo que el otro comprenda es tener problemas innecesarios. Al contrario, busquen expresar todo lo que piensan y sienten utilizando todas las herramientas que tengan a su mano (cuerpo, palabras, prendas).
Estas dos sencillas frases que podrían ser vistas como inofensivas, en realidad lastiman más de lo que crees, lastiman a una sociedad y a su avance. Es mejor pensar lo que hacemos o decimos, es mejor evitar lastimar a la gente, es mejor comunicar eficientemente, es mejor cuidar nuestra imagen.
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Roberto Franco Briones
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