Después de casi cuatro días sin conocimiento del estado de salud sobre el presidente, Andrés Manuel López Obrador salió el miércoles en un video grabado desde Palacio Nacional para mostrar fortaleza frente al COVID que reporta padecer y así callar los rumores sobre algo más grave.
Aunque este viernes ya salió en la conferencia de prensa matutina, encuentro importante hacer un análisis sobre la publicación.
En esta grabación vimos a un Andrés Manuel que quería comunicar fuerza a través de su aliño personal. Tan es así que el nudo de la corbata estaba perfectamente bien puesto y traía el saco cerrado, cuando normalmente el nudo está chueco y el saco abierto. Aunque debo decir que sus ojeras delataron cansancio, el presidente aparentó bienestar con su físico.
No así con su imagen no verbal, el presidente caminó un poco más despacio de lo normal y realizó ademanes cortos y lentos, indicando cierta debilidad e incluso hartazgo. Esta última emoción se notó en el gesto que hizo al hablar del momento en que le dio el “vahido” en Yucatán.
En donde dio y sin duda seguirá dando cátedra, es en el lenguaje verbal, ya que el presidente sabe qué decir para suavizar las situaciones e incluso atacar políticamente. Algo que no está nada mal en estos momentos, pues es importante mandar un buen mensaje sobre su salud mental.
Durante el video hizo hincapié en lo siguiente:
– Contestó a la nota publicada por el Diario de Yucatán que informaba sobre su desvanecimiento, a lo que él responde que le dio un “vahído” y que sintió como si se quedara dormido. Esto con el objetivo de suavizar lo acontecido, pues un vahído y un desvanecimiento es lo mismo, pero se escuchan diferente.
– Quiso demostrar poder durante el discurso, señalando que cuando le dio el “vahído” el General Secretario dio una instrucción para llevarlo al hospital y él le dijo que no. Que él era el General de las Fuerzas Armadas y como tal, instruía que no lo movieran y que lo atendieran en el lugar en donde se encontraba.
– Habla de la fuerza del peso y de la baja en incidencia delictiva como una forma de decir que aunque está enfermo, todo sigue caminando bien.
– Relata cómo es que Madero e Hidalgo fueron desprestigiados mientras luchaban por el país, para hacer referencia a aquellos que hablan de su debilidad de salud (comprendiendo que hablar de un presidente enfermo es sinónimo de debilidad y poca capacidad de gobierno).
– No perdió la oportunidad de atacar a sus detractores al usar la frase “a los que me quieren ver mal, me producen sentimiento” para decir que le causan lástima.
De esta forma, el presidente hace notar que física y mentalmente, aunque cansado, se encuentra en buen estado, pues en su discurso beligerante (como a él le agrada) y tranquilizador, habla de economía, seguridad e historia.
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