UN NEGOCIO QUE ENAMORA

La imagen empresarial no forzosamente nace en las grandes industrias, también en aquellas que buscan crecer. Hoy les brindaré una experiencia personal referente a la percepción que tenemos de algún negocio derivado de los estímulos que nos envía.

Frente a un parque no muy conocido de la Ciudad de México, hay un pequeño lugar que vende paninis, tortas y café al cual acostumbro a ir a comer muy seguido por su delicioso sabor, su magnífica atención  y su maravillosa ubicación. En esta ciudad lo más cerca que estamos de la naturaleza son los parques.

No los quiero engañar, existen más lugares para comer cerca, pero ninguno que me cause la suficiente comodidad y satisfacción al paladar como este, simplemente ME ENCANTA.

Es un pequeño restaurante atendido por tres personas; mamá y dos hijos entre los 24 y 29 años, limpio, bonito y aunque sólo caben 10 personas entre el interior del local y su terraza, es muy agradable.

10272567_818601214825296_6893037638341947214_o

Su atención es increíble, mientras su mamá cocina estas deliciosas maravillas (tortas y paninis), sus hijos atienden a los clientes con la mayor educación posible y una gran sonrisa. En todas las veces que he ido nunca he recibido una mala cara.

Para mí es muy cómodo ir ahí por quedar muy cerca de la oficina, pero podría ir a muchos otros lugares, incluso a unos más nutritivos, ¿Por qué no voy? Porque ellos han entendido lo que a muchas grandes y pequeñas empresas les falta comprender; a un cliente no sólo se le atrae, se le enamora mediante los estímulos que se envían. 

¿De qué hablo? No todos los días se me antoja un panini, así como a ustedes no se les antoja un café del Starbucks pero siguen acudiendo, ¿por qué nos volvemos clientes frecuentes de un lugar como estos? Por la experiencia de estar ahí, porque lo que nos proyectan las personas que nos atienden, en balance perfecto con la música, la iluminación, el olor y el sabor, nos dan un sentimiento de tranquilidad y felicidad, al cual siempre vamos a querer regresar. 

A veces pensamos que el tener un pequeño negocio es rentar un local, acondicionarlo de manera parcial o provisional, hacer una pequeña publicidad y vender. Ojalá a los emprendedores que lo hacen así les resulte, pero la atención que ustedes le ponen a sus clientes y los estímulos que les brindan siempre van a ayudar a que su negocio crezca, porque su cliente va a querer regresar y dejar con ustedes un pedazo, grande o pequeño, de lo que ganan diariamente.

Esa es la intención de la Imagen Pública, proyectar adecuadamente con fondo y forma para cautivar al público y hacerlos crecer como personas, como profesionales y como empresa.

Roberto Franco.

Consultor en Imagen Pública.

¡Síguenos en nuestras redes sociales!

tab Face niñas tab Twitter niñas  tab YouTube niñas

Deja un comentario